¿Sabías que los virus de la influenza están presentes durante todo el año? Sí, eso significa que diariamente estamos expuestos a contraer esta enfermedad. Sin embargo, si bien la época y la duración exacta de la temporada de influenza puede variar, a menudo comienzan a aumentar los casos entre octubre y noviembre, y se alcanza el mayor número de ellos entre diciembre y marzo.
Entonces, aparte de tener el suéter listo para la temporada de otoño e invierno, también debemos vacunarnos contra influenza cada temporada. Pero, ¿quiénes deberían vacunarse? Todas las personas de 6 meses de edad o más deben hacerlo para estar protegidos contra esta enfermedad.
Además, hay que tener presente que el riesgo de sufrir complicaciones por influenza aumenta en ciertos sectores de la población, por ejemplo:
Adultos mayores a 60 años de edad
Niños menores de 5 años
Mujeres embarazadas
Personas que padecen asma
Personas con afecciones neurológicas
Personas con trastornos sanguíneos
Personas con enfermedades pulmonares crónicas
Personas con trastornos endocrinos
Personas con enfermedades cardiacas, de riñón o de hígado
Personas con trastornos metabólicos
Personas que tienen obesidad
Personas con sistema inmunológico debilitado (como personas con VIH o SIDA)
Entonces, aunque la mayoría de las personas que contraen la influenza se pueden recuperar en un corto periodo de tiempo, otras pueden desarrollar síntomas graves y complicaciones que provoquen la hospitalización o incluso la muerte.
Otras posibles complicaciones graves por influenza pueden ser: inflamación del músculo cardiaco (miocarditis), del cerebro (encefalitis) o de los tejidos musculares (miositis, rabdomiólisis), y falla multiorgánica (por ejemplo, insuficiencia respiratoria y renal).
Por esta razón, la vacunación contra influenza cada temporada se considera la forma más eficaz para protegerse contra los virus de la influenza, ya que ayuda a prevenir entre el 6% y el 21% los casos de hospitalización y muertes por esta enfermedad.